Acude a mí, silencio,
ven a vestirme de ausencia
que parte lejos, mar adentro,
mi existir… mi bien… mi esencia,
que calle el rumor de las olas
llamando a mi dulce amado,
que cesen cantos de sirenas
buscando la luz de mi faro.
Ven y cúbreme en olvido
que mi alma no sufra inclemencia
cuando su adiós junto a mi oído
me envuelva en una amarga pena.
Ayúdame a no sentir
el tormento que me flagela
cuando mar adentro navegue
la luz que me guía y consuela,
vísteme de espera,
escóndeme entre tu falda,
arráncame este dolor
que me produce su marcha,
acude a mí, silencio
… antes que parta su barca.
menCar
menCar
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