jueves, 15 de septiembre de 2011

NIÑO DE PRESA




Escondido bajo la cama
implorando para no ser encontrado,
rezando al Dios que conoce
intentando respirar despacio,
los gritos son como descargas
que se clavan en su cerebro,
sus pequeñas manos tiemblan
tapando su dañado cuerpo.
Ya no puede recibir más palos
no hay sitio donde no le diera,
aprieta sus ojos cerrados,
es tan fuerte el dolor como la pena.
Sabe que le acabará encontrando
aunque se esconda bajo tierra,
no entiende por qué le odia,
si le quiere, ¿Por qué le pega?
La angustia es un velo
que cae cubriendo su cuerpo,
tirita en su escondite
sin atreverse a levantar el cuello.
Agachado amasa su miedo
rebuscando en su cabeza,
¿qué mal hizo cuando nació
… para ser niño de presa?
                                                        menCar

2 comentarios:

  1. Pobre niños maltratados que pena y soledad tienen que sentir,desde luego que has plasmado en este relato el pensamiento por desgracia de muchos niños. Rosi.

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  2. Creo que incluso la imagen habla por sí sola ¿verdad…?, besitos mi querida hermanita…

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