Sus aladas manos buscaron en la oscuridad la cara de su amado; rozó con suma delicadeza las plumas de sus ojos que ensoñadores se cerraron al contacto de sus yemas, perfiló su egipcia nariz de trazo recto y delicado, virilmente embriagadora, notó como su olfato respondió al roce aspirando el perfume que solo desprende la caricia de una mujer enamorada.
Delineó su cuadrada mandíbula: fuerte, rotunda, arrebatadoramente masculina, suave tras el cuidado de un impoluto afeitado que guardaba aún la sutil fragancia de su colonia.
El delicado recorrido llegó hasta sus labios, notó como se abrían las puertas del cielo por donde se escapó un ahogado suspiro cuando sus dedos encontraron el perfil de su boca e hicieron un alto en el valle de los sueños; su boca… tan sensual que comerla a besos, era- en este momento- lo más importante de su vida.
El hecho de que sus ojos fueran ciegos quedaba en el olvido cuando sus delicadas manos miraban con tanto amor al hombre que -según ella- era el ser más bello del mundo.
menCar
Una poesía muy bonita.
ResponderEliminarUn precioso micro-relato,lleno de sensibilidad,en donde se hace entender...por su excelente narrativa, que mas allá de lo que se vé està...el corazón de las personas.
ResponderEliminarTe felicito.
Mari.
Cuando los ojos se cierran... nos habla el corazón.
ResponderEliminarGracias por comentar... besitos.
Precioso relato con ese toque que le has dado al final. Un bonito Blog aun joven que te animo a que siga creciendo. Por aqui tendras un seguidor.
ResponderEliminarUn abrazo
Jose Manuel
Aixxxx... muchas gracias Jose por tu apoyo, me alegra que este intento de blog te guste... para mi es todo un reto que me hace feliz.
ResponderEliminarBesitos...