En la orilla de mi cielo
donde habitan soles que florecen
allí donde la madrugada me recuerda
la suerte de ser y tenerte.
En las profundas aguas del infinito
donde no existen relojes del tiempo
solo colores que dibujan
la paz de tu firmamento.
Regálame la luz y el sosiego
que desbordan tus ojos de ámbar,
recógeme junto a tu aliento;
que no me encuentre la madrugada.
Acércate hasta mis besos…
ven que te guardo cariños,
acomódate entre mis “te quiero”
y por siempre quédate conmigo.
menCar
Ohhhh que romantica esta es muy bonita me gusta mucho. Besitos,
ResponderEliminarMe alegro que te guste, estas romanticonas no son mi estilo, yo soy mas de poemas melancolicos, pero de vez en cuando mis musas se vuelven tontorronas, jajjaja. Besitos, Rosi.
ResponderEliminarmenCar